La gestión de residuos es una oportunidad para promover mejoras continuas en el comportamiento medioambiental de las organizaciones. En el sector turístico, la responsabilidad en el desempeño ambiental es un valor distintivo apreciado por los consumidores y también un requisito legal inminente. Para avanzar progresivamente hacia prácticas más sostenibles, el Reglamento EMAS aporta herramientas para, entre otros muchos temas, prevenir la generación de residuos.
Gestión de residuos en el sector turístico
Hace unos días hablábamos de la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que establecerá directrices en cuanto a sostenibilidad, protección del medio ambiente e implantación de modelos económicos circulares. En ella tiene un espacio destacado prevenir la generación de los residuos, como paso prioritario para conseguir reducirlos de forma progresiva y cuantificable.
La prevención de residuos en el sector turístico es un principio básico para aquellas organizaciones que deseen reforzar su responsabilidad en el desempeño ambiental y alinear su actividad con objetivos sostenibles. No es necesario cambiarlo todo a la vez, es posible trabajar por áreas y de forma progresiva. Establecer un programa de prevención de residuos, con unos indicadores que nos permitan evaluar nuestros progresos, y aumentar así la motivación, está al alcance de empresas grandes y pequeñas.
Como herramienta de soporte para promover mejoras continuas en el comportamiento medioambiental de las organizaciones, la CE ha impulsado el Reglamento EMAS («Eco-Management and Audit Scheme»), que dedica uno de sus documentos sectoriales de referencia al turismo. Vamos a ver algunos aspectos que destaca EMAS en referencia a cómo prevenir los residuos y trabajar hacia el objetivo: desperdicio cero en establecimientos turísticos.
Objetivo: desperdicio cero
Avanzar hacia el desperdicio cero y la sostenibilidad ambiental ya es para algunas empresas pioneras una forma de destacar de la competencia entre los establecimientos turísticos. Es un objetivo ambicioso y puede parecer inalcanzable pero avanzar hacia él puede hacerse en pequeños pasos y con el tiempo.
Se trata de desarrollar estrategias y herramientas que permitan prevenir los residuos, reutilizar y/o reciclar y, muy especialmente, reducir la cantidad de ellos que van a parar al vertedero. Cada paso en esta dirección tiene un impacto positivo.
Un buen principio para establecer un programa de prevención y minimización de residuos es identificar y hacer un inventario exhaustivo de todos los residuos que se generan en las distintas áreas del establecimiento. También tiene sentido identificar los tipos y cantidades de residuos que van a parar a los flujos de reciclaje (papel, vidrio, orgánica, etc), aquellos cuyo destino final será la incineración o el vertedero y los que están clasificados como peligrosos, como restos de biocidas o productos de tratamiento de las piscinas. Así obtenemos una visión más completa de la situación y de las acciones prioritarias que podemos emprender.
Este inventario será el punto de partida para medir los cambios generados, mediante nuestras acciones, en los residuos que producimos. Cada cambio positivo percibido será un impulso de motivación en todo el personal involucrado, para establecer nuevos objetivos más ambiciosos.
Ventajas medioambientales y económicas
Según EMAS, mediante un programa eficaz de medidas de prevención de residuos y con ayuda del reciclaje es posible reducir en más del 50% el volumen de desechos que se envían al vertedero o la incineración. Esto repercute en múltiples beneficios medioambientales, tanto porque disminuye el consumo de recursos naturales para producir, manipular y transportar productos como porque se reduce la contaminación del suelo, el agua y el aire asociada a los vertederos y a la quema de basuras. Y, lo que es bueno para el medio ambiente, es bueno para todos.
Pero, los programas de gestión y prevención de residuos aportan también ventajas económicas para la empresa. Optimizan el uso de materiales y recursos, comprando sólo lo necesario y ahorrando dinero, y a la vez también reducen los costes de la manipulación y eliminación de los desechos. Por eso, es importante que todo el personal (compras, limpieza, catering, mantenimiento, etc) participe de estos programas para garantizar la aplicación eficaz de las medidas y su éxito.
Algunas propuestas para empezar
Para reducir los residuos lo primero es, dentro de lo posible, no crearlos. Algunas estrategias fáciles que propone EMAS incluyen la sustitución de las botellas de agua y vasos de plástico por envases y vasos de vidrio reutilizables, ofreciendo agua filtrada o del grifo.
Otra fuente importante de residuos son las porciones individuales de artículos de aseo, que pueden sustituirse por dispensadores de producto a granel.
Muy relevante también es dimensionar bien las compras, sobre todo en artículos perecederos como ciertos alimentos, y dar preferencia a proveedores que suministren sus productos en envases retornables y reutilizables.
Desde AFI DESINFECCIONES os invitamos a consultar el documento Best Environmental Management Practice in the tourism sector 6.1 Waste prevention en el que encontrareis recomendaciones para implementar con éxito buenas prácticas para la prevención de residuos en establecimientos turísticos.